Las 24 Horas de Le Mans son, probablemente, la carrera más bonita del mundo. Para una marca, ganar en el trazado no permanente de 13,65 km representa entrar por la puerta grande en la mitología del deporte del motor. Por eso, al circuito de La Sarthe uno no va a conseguir una victoria, uno va a convertirse en leyenda
Las 24 Horas de Le Mans son, probablemente, la carrera más bonita del mundo. Para una marca, ganar en el trazado no permanente de 13,65 km representa entrar por la puerta grande en la mitología del deporte del motor. Por eso, al circuito de La Sarthe uno no va a conseguir una victoria, uno va a convertirse en leyenda