Es inútil recordar que fue a comienzos del siglo XX cuando la industria automovilística cogió alas. Una industria concretamente liderada por Ford.
En Francia, fueron varios los fabricantes que también se distinguieron. Paralelamente a los históricos de Renault, Peugeot, y Citroën, también encontramos De Dion Bouton, y por supuesto Hotchkiss.
DOS...
Es inútil recordar que fue a comienzos del siglo XX cuando la industria automovilística cogió alas. Una industria concretamente liderada por Ford.
En Francia, fueron varios los fabricantes que también se distinguieron. Paralelamente a los históricos de Renault, Peugeot, y Citroën, también encontramos De Dion Bouton, y por supuesto Hotchkiss.
DOS FÁBRICAS EN FRANCIA
Detrás de Hotchkiss, encontramos a Benjamin Berkeley Hotchkiss, un industrial americano que decidió implantar una filial de su empresa de armamento en Europa.
Dos fábricas fueron abiertas en Francia, una del lado del departamento Seine Saint-Denis, y la otra cerca de Rodez, en Aveyron Primer coche en 1922 En 1904 Hotchkiss produjo sus primeros chasis, diseñados para correr.
Después hubo que esperar el año 1922 para ver nacer al primer “coche de turismo”.
Se trataba del AM 12 HP, bautizado con el nombre de “el coche del justo medio”.
A partir de 1925, Hotchkiss diversificó su gama, proponiendo igualmente nuevos motores.
La serie de los AM2 con un motor de 4 cilindros de 2,3 litros y los AM80, dotados de un motor de 6 cilindros.
SEIS VICTORIAS EN EL RALLYE DE MONTECARLO Reputados por su elegancia, los coches Hotchkiss también destacaron en el mundo del deporte.
El 686 GS se llevó tres veces seguidas el rallye de Montecarlo (1932, 1933, y 1934). Convertido en coche de serie en 1935, se volvió a llevar tres nuevos títulos en ese mismo rallye en 1939, 1949, y 1950.
EL AMILCAR COMPOUND Mientras tanto, Hotchkiss rechazó al fabricante francés Amilcar en 1936. Al año siguiente, el Amilcar Compound ve finalmente el día: un prototipo de coche ultramoderno, con tracción delantera y un chasis particularmente ligero.
Pero por razones de su alto coste de fabricación, el Compound no logró imponerse nunca.
FINAL DE LA GUERRA, Y FINAL DE UNA HISTORIA
Durante la Segunda Guerra Mundial, Hotchkiss volvió a centrarse en su actividad de fabricación de armamento y de munición. Después de la liberación de París, la firma retoma su producción de coches, pero con un lema exclusivo: la innovación.