Desde siempre vinculada a los coches de juguete, comercializa desde hace unos años una interesante gama de maquetas. La característica de la firma de Mattel es la licencia de alguna marca conocida, sea de coches o bien de alguna película.
Fabricante de culto del coleccionismo; son coches de metal a escala, de los llamados por todos nosotros Hotwhells o ruedas calientes.
Aquellos coches con los que jugábamos cuando éramos niños. Un mundo diferente para miles y miles de coleccionistas a nivel mundial.
Sus ventas de unidades no aparecen en las estadísticas de la industria automotriz, pero es muy probable que en sus años de existencia Hot Wheels haya tenido ventas por más unidades que muchas otras marcas de autos.
La intención de Mattel de crear una marca de autos a escala comenzó a tomar forma en 1963 en sus oficinas, pero no maduro hasta poco después de la primera mitad de la década de los sesenta.
El plan era tan importante para Mattel que entre su equipo creativo se contaba con Harry Bradley quien fuese diseñador de General Motors y que fue el encargado de los primeros sketches de autos futuristas y fantásticos.
Cuando estos primeros bocetos fueron mostrados a su jefe no fueron de su completo agrado y le dijo "dibújalos como esa cosa tuya del estacionamiento" refiriéndose a el Chevrolet El Camino 1964 Custom pintado en amarillo y negro y que fuera el auto personal de Bradley en aquel entonces.
Ahí nació el estilo custom, californiano, deportivo y agresivo que habría de caracterizar a todos los Hot Wheels del futuro, hay que recordar que los sesenta fueron la época de oro de la filosofía Bigger, Faster, Better de la industria automotriz estadounidense; El Mustang estaba en su apogeo, General Motors acababa de lanzar el Camaro apenas hacía unos meses atrás y Dodge tenía en las calles numerosos Barracudas y Challenger.
Era la época de oro del Muscle Car y por tanto de la cultura del automóvil de los Estados Unidos.
Los primeros autos de juguete en portar el nombre de Hot Wheels se distinguían de la competencia por que su terminado era muy elaborado, los detalles habían sido cuidadosamente elaborados y algo muy importante: Eran más veloces que cualquier otro auto de juguete.
Fabricante Hot Wheels
Hot Wheels es una de las pocas marcas de coches de juguete que sigue viva y goza de buena salud hoy en día. No en vano, es parte del gigante juguetero Mattel, y eso le da fuerzas para seguir defendiéndose en la era digital. Desde su fundación en el año 1968 hasta ahora, el tipo de vehículos que ha fabricado esta marca ha variado mucho.
Inicialmente solo hacían coches de plástico, pero hoy en día puedes encontrar hasta naves espaciales en su catálogo. Pero sin duda Hot Wheels se hizo mundialmente conocida por las poderosas campañas de marketing que le permitieron incluso tener su propia serie de películas y acercar esos coches al gran público.
Fabricante de culto del coleccionismo; son coches de metal a escala, de los llamados por todos nosotros Hotwhells o ruedas calientes. Aquellos coches con los que jugábamos cuando éramos niños. Un mundo diferente para miles y miles de coleccionistas a nivel mundial.
Sus ventas de unidades no aparecen en las estadísticas de la industria automotriz, pero es muy probable que en sus años de existencia Hot Wheels haya tenido ventas por más unidades que muchas otras marcas de autos.
La intención de Mattel de crear una marca de autos a escala comenzó a tomar forma en 1963 en sus oficinas, pero no maduro hasta poco después de la primera mitad de la década de los sesenta.
El plan era tan importante para Mattel que entre su equipo creativo se contaba con Harry Bradley quien fuese diseñador de General Motors y que fue el encargado de los primeros sketches de autos futuristas y fantásticos. Cuando estos primeros bocetos fueron mostrados a su jefe no fueron de su completo agrado y le dijo "dibújalos como esa cosa tuya del estacionamiento" refiriéndose a el Chevrolet El Camino 1964 Custom pintado en amarillo y negro y que fuera el auto personal de Bradley en aquel entonces.
Ahí nació el estilo custom, californiano, deportivo y agresivo que habría de caracterizar a todos los Hot Wheels del futuro, hay que recordar que los sesenta fueron la época de oro de la filosofía Bigger, Faster, Better de la industria automotriz estadounidense; El Mustang estaba en su apogeo, General Motors acababa de lanzar el Camaro apenas hacía unos meses atrás y Dodge tenía en las calles numerosos Barracudas y Challenger. Era la época de oro del Muscle Car y por tanto de la cultura del automóvil de los Estados Unidos.
En 1968 se presentó su primera edición, la cual constaba de 16 modelos conocidos por los coleccionistas como Sweet Sixteen. Mattel sabía que había un enorme mercado potencial para replicas a escala de esos autos de ensueño que todos querían tener.
Los primeros autos de juguete en portar el nombre de Hot Wheels se distinguían de la competencia por que su terminado era muy elaborado, los detalles habían sido cuidadosamente elaborados y algo muy importante: Eran más veloces que cualquier otro auto de juguete.
Hot Wheels, desde siempre vinculada a los coches de juguete, comercializa desde hace unos años una interesante gama de maquetas. La característica de la firma de Mattel es la licencia de alguna marca conocida, sea de coches o bien de alguna película. A lo que coches se refiere destacamos la serie de Ferrari de Fórmula 1. El buen detalle, el buen precio (30-40€), unos acabados decentes (llantas de radios fotograbadas) y una excelente presentación hacen de estos Ferrari un producto interesante. Lástima que Mattel haya renunciado a la licencia del Cavallino. Por otro lado hay que remarcar los modelos dedicados a las películas: Herbie, el Coche Fantástico, la furgoneta del Equipo A o el coche de Batman son algunos modelos imprescindibles.